lunes, diciembre 26, 2005

Sueños de verano

Ayer 21 de diciembre a las 3 y algo de la tarde, oficialmente empezó la temporada de verano en nuestro país.
Para mí, esta es la estación preferida del año (sin contar navidad y año nuevo). Verano es época de paseos a la playa, caminatas al atardecer (solo o acompañado románticamente), noches de happy hours con amigos o para conocer gente y por supuesto apreciar a las atractivas y guapas féminas Iquiqueñas.
Verano es una temporada, en lo amplio de la palabra, caliente, sudorosa, cachonda, sensual y sobre todo sexual.
Aunque reconozco que me gusta ser romántico, pero bastante travieso y con mucha imaginación, a la hora de algún “encuentro”, en estos me meses inspiran y huelen a locuras a onda “yo quiero hacerte las cosas mas sucias de modo elegante”, lo cual no es nada malo.
Hoy estuve leyendo todo lo que he escrito y subido al blogg, y quede pensando en: fantasías, música para tirar, maldita programación, hacia el cielo, noticias desde la alcoba (pucha que es rico buscarle la 5 pata al gato), entre otros
Juntar todo esto, echarlo a una batidora por unos buenos minutos, el resultado sería;
Unos apasionados, exquisitos y bien babosos besos con harta lengua que bajen por su cuello, jugueteando y mordiendo sus exquisitas montañas maternas, que sigan despacio y sin detenerse o saltarse ningún lado, hasta moldear, con mi lengua, sus largas y sabrosas piernas....besos salados por el agua de mar, cuerpos resbalosos de sudor, música juguetona y que inspiren sensualidad, ropa liviana, baile sensual, juegos íntimos...terminando en algún sillón, baño, cocina, en alguna mesa de la casa (cualquiera sirve) o simplemente en la alfombra del living.

uuufff, otra vez son esas voces en mi cabeza.....paren por favor, paren!!!!!!

martes, diciembre 06, 2005

Noticas desde la alcoba


Siguiendo con el mismo tono de las publicaciones anteriores y urgeteando por ahí hace hace algún tiempo encontré este reportaje en un suplemento del diario La Tercera, el cual está bastante interesante...tomen nota, no es malo!!!!
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El menú sexual de los chilenos se está amplíando.

El sexo anal, que hasta no hace mucho era un tema soterrado, hoy se incorpora de lleno al repertorio erótico de las parejas. Una cuestión de opciones y complicidad en asuntos sobre los que, definitivamente, no hay recetas. Descubra aquí todo lo que no se atreve a preguntar sobre esta práctica.
No hace mucho, una pareja que concurrió al sexólogo, agobiada por una ambigüedad entre lo "normal" y lo "anormal" en su intimidad, tenía el siguiente conflicto: a él le gustaba pedirle a ella "besos sucios". Sólo pronunciar la palabra lo erotizaba. Eran besos en zonas muy íntimas, incluidos los pliegues anales, que a ambos les provocaban intenso placer. A la hora del desayuno, no obstante, ambos sentían una culpa horrible por haberse dado "besos sucios".
Elena Sepúlveda, sexóloga y ginecóloga, se pregunta ¿qué es lo normal y lo anormal en una pareja? Ella relaciona el desarrollo pleno o brutalmente reprimido de una persona con lo sano o insano que haya sido su desarrollo desde la infancia, asunto en el que interfieren la familia y la sociedad en la que se vive. El hombre del “beso sucio”, por ejemplo, venía oyendo desde su niñez a una abuelita que le decía que ciertas partes del cuerpo no se tocaban ni besaban por eso, porque era "sucio".
Los cambios en la sexualidad y la intimidad suelen darse en un terreno movedizo, donde las dudas y contradicciones vienen y van. Y no es de extrañarse que así sea, pues son transformaciones que en Chile comienzan a asomar públicamente en la última década y media, y que exhiben cómo las personas van asumiendo como "normales" formas que antes fueron socialmente censuradas e incluso consideradas "contranatura".
De ahí la relevancia de las investigaciones que las constatan, pues "permiten confrontar discursos hegemónicos públicos con lo que verdaderamente ocurre en la vida real", y en el ámbito íntimo, dice la sexóloga y sicóloga Renata Ortega.
Explica: "En Chile se ha ido haciendo visible un repertorio ampliado de posibilidades de disfrute sexual que conduce, en mi opinión, a que las personas estén más abiertas a indagar distintas posibilidades, en vías a enriquecer un patrón hasta ahora restringido".
La adopción de nuevas prácticas sexuales que favorecen la intimidad de la pareja, más allá del tradicional sexo vaginal, fue una de las novedades traídas por el Estudio Nacional sobre Comportamiento Sexual realizado por Conasida el año 2000. En esa oportunidad el 54,4% de las mujeres y el 65,1% de los hombres encuestados reconocieron incorporar también en su repertorio sexual prácticas orales o anales. Aún más: Todos coincidieron en que mientras más amplio era el menú sexual de las parejas, mayor era la frecuencia de las relaciones sexuales. Así, mientras quienes sólo practicaban sexo vaginal tenían alrededor de 7,3 relaciones sexuales al mes, quienes usaban técnicas como sexo oral o anal aumentaban a un promedio 10,8 relaciones mensuales. No es el único sondeo de este tipo. A fines de los ´90, mediante un cuestionario anónimo aplicado a alumnos de primer año de ocho carreras de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, se supo que el 52,1% de los jóvenes mayores de 19 años tenía relaciones sexuales distintas a la penetración vaginal, de tipo oral o anal.
Pero hay una noticia de interés mayor. El estudio de Conasida permitió conocer en qué contexto anímico se estaban dando estos cambios en las alcobas de los chilenos: La mayoría de los consultados (el 80%) opinó que todas las formas de buscar placer en la intimidad de una pareja son válidas, buenas y satisfactorias, siempre que ambos estén de acuerdo. Un buen dato sobre un asunto en el que incide la ética de cada uno. Tal como señala la doctora Elena Sepúlveda, “cultivar la complicidad es fundamental para profundizar en el erotismo, y desarrollar la identidad afectiva contribuye a aumentar la identidad erótica”.
Aunque en el país hay muy escasa información cuantitativa y cualitativa sobre sexualidad y vida privada, los sondeos e investigaciones realizados en la última década han permitido un acercamiento a la intimidad amorosa y, de esta forma, hacer algunas reflexiones. “Sabemos que el sexo vaginal hoy se combina con más frecuencia con la práctica oral, lo que llamamos patrón combinado. Del mismo modo, la práctica anal se visibiliza como una forma sexual alternativa, con un porcentaje nada despreciable de personas que la realizan, aproximadamente el 20%, si la memoria no me falla. Pero esta última no se sitúa en el patrón combinado, sino más bien como alternativa al sexo vaginal", dice Renata Ortega. Además, habría también otras formas sexuales frecuentes, como la masturbación mutua y otras prácticas de frotamiento.
En su opinión, esta información derrumba una serie de mitos respecto de la exclusividad de una determinada forma de tener sexo en los chilenos heterosexuales, el sexo vaginal. "Muestra que existen diversidad de prácticas para la consecución del disfrute sexual, posibles de ser incorporadas a los repertorios individuales, de acuerdo al propio sistema de valores sexuales y al grado de satisfacción que éstas brinden", explica.
Añade: "Dado que por mucho tiempo la actividad sexual estuvo conectada con la reproducción, la práctica vaginal aparecía como la única forma posible y socialmente aceptada para el disfrute sexual. Pero cuando como sociedad comenzamos a valorar la actividad sexual como esfera de placer, y no sólo como instrumento de reproducción, el cuerpo en su totalidad aparece como posibilidad para la gratificación sexual".
De las prácticas alternativas a la vaginal, la relación anal es la más vapuleada y la que provoca más dudas y temores. Tanto en sus consultas como en charlas o actividades de capacitación -cuyos destinatarios son profesionales de la salud o educadores, hecho que no es menor-, las sexólogas consultadas han oído todo tipo de aberraciones. Por ejemplo, que el sexo anal es para ser practicado sólo por trabajadoras sexuales y que no corresponde a "mujeres decentes"; que es paradigma de humillación femenina; que es dañino, pues produce heridas graves; que el ano no es para que entren cosas, sino sólo para que salgan, entonces el sexo por esta vía es antinatural; y que si el hombre prefiere esta práctica de la denominada “puerta estrecha” (como llamó subliminalmente el Premio Nobel fracés André Gide a esa zona, asociándola exclusivamente a sexo entre hombres), o la solicita con mucha frecuencia, puede tratarse de una homosexualidad encubierta. Hay mucho mito.
En la experiencia clínica, las preguntas y dudas más frecuentes respecto de la práctica del sexo anal se relacionan con la posibilidad de dolor para la mujer; los procedimientos necesarios para una adecuada estimulación del ano que permita la penetración (asociado a rompimientos o heridas); el factor higiénico; y las posiciones más adecuadas para llevarla a cabo (ver recuadro).
El ano tiene innumerables terminaciones nerviosas muy sensibles, por eso es una zona muy erógena. Son tejidos muy finos, que no tienen lubricación propia, y por lo tanto susceptibles de ser dañados si no se tratan con delicadeza, tanto en la manipulación manual como oral o en la penetración. Siempre debe ser lubricado cuando haya una incursión sexual. Por razones fisiológicas, al ser el canal de evacuación de los desechos del cuerpo, el órgano, además, es depositario de muchas bacterias, por lo que siempre es importante antes de cualquier juego erótico tomar precauciones de higiene (ver recuadro). Además, para este tipo de experiencia es recomendable usar una barrera de látex, especialmente si la relación es con una pareja ocasional, pues la posibilidad de fisuras con el roce y el consiguiente contacto entre sangre y semen la hace vulnerable a contagios del Virus de Inmunodeficiencia Adquirido (VIH), otras enfermedades de transmisión sexual e infecciones.
Pero por sobre todo, al igual que en cualquier práctica sexual, la anal debe ser consensuada e incorporada al repertorio de la pareja en la medida que dé satisfacción y disfrute a ambos. Nunca mediante presión. "Estos factores son los que otorgan el sentido de normalidad a cualquier práctica. En otras palabras lo normal, en el espacio íntimo, es aquello que es aceptado y acordado como vehículo de placer y disfrute por quienes participan de esa práctica", destaca Ortega.
¿Hay una disposición mayor del hombre que de la mujer hacia este tipo de sexo? ¿A ellas les gusta tanto como a ellos?
Los sexólogos describen que en sus consultorios se han encontrado con más hombres que mujeres dispuestos a incorporar la práctica anal en el repertorio de la pareja, pero también existe un número interesante de mujeres dispuestas a experimentarla. "Las parejas que practican el sexo anal y que han logrado entrenamiento en ello, en términos de preparación del ano para su adecuada dilatación, refieren agrado y placer. En este contexto las mujeres disfrutan la práctica tanto como los hombres, más aún si a ella se incorpora la estimulación manual de la zona vulvar, específicamente del clítoris", especifica Renata Ortega.
Además, no se trata de una experiencia en que la mujer deba ser la exclusiva receptora. Por el contrario, ellos también pueden gozar, dejándose hacer. El ano es una zona tremendamente sensible a la excitación sexual para los hombres. Tanto que introduciendo el dedo unos centímetros se encuentra el denominado "punto P", la glándula prostática, una de las zonas más erógenas masculinas, a la que sólo es posible acceder por vía anal. La estimulación de la zona del perineo (zona entre los testículos y el ano) es muy sensible, y su tocamiento puede resultar muy gratificante, al igual que en el ano propiamente tal.
Finalmente, ya sea para el hombre o para la mujer, los profesionales conocedores del tema coinciden en que hay que desmitificar esta práctica como exclusivamente penetrativa. Porque como en cualquier juego erótico, los estímulos táctiles, orales y olfativos pueden ser aquí muy relevantes. Y las posibilidades erógenas son tantas como la imaginación de cada individuo, haciendo que cada experiencia sea irrepetible. Como dice Elena Sepúlveda: “Lo importante es desarrollar habilidades para la seducción y el erotismo, porque nada es malo cuando dos personas se dan permiso para la intimidad y para tener el sexo que les sea más satisfactorio”.
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Ahora vayan a donde sus parejas, señoras, amantes, amigos con ventaja o como los quieran llamarlos y practiquen!!!!!

jueves, diciembre 01, 2005

Maldita Programación...


Hace un par días recostado en el sillón de mi casa estaba disfrutando de una exquisita y mal ponderada cerveza con un pucho en los labios, cuando en el habitual zaping televisivo me encuentro que en canal HBO están pasando “Sexo Urbano” con el capítulo de estreno “Sexo Urbano 2: Riviera Maya – México”....gguuuaaauuuuu!!!!, fue lo único que atiné a decir.
Por “salud mental y fisica” (no soy de fierro) cambie de canal a The Film Zone, E!, y lo único que vi eran programas y películas cachondas, calentonas, eso sin contar con la programación de Isat y Space....uufffff.
Desde hace algún tiempo que cada día es común tener acceso a esta programación, lo cual encuentro espectacular, sobre todo si lo veo con mi pareja.
A mi parecer, para alimentar y darle fuego para no hacer tan tediosa, aburrida y llegar al extremo de sentir que el sexo es casi una obligación, siempre debemos estar actualizándonos, haciendo cosas nuevas, buscar espacios entretenidos.
El autoerotismo, fantasías sexuales son temas que aún se miran, en algunas parejas, de forma muy lejana.
Por tabú generalmente estos temas son más bien escondidos y solo se escuchan historias de pasillos de hombres y mujeres, las cuales cuentan historias de sus conquistas más recientes, las cuales en forma personal solo les creo el 50%., siempre hay que escuchar a la otra parte para saber el otro lado de la historia y como realmente fue.
Generalmente son historias de cazadores y cazados, en donde los roles se confunden en alguna noche de copas o una salida fortuita con un buen trago, con una la luz baja en donde se confunde con el humo del cigarro y que finalmente se transforma en un lugar ideal para alguna conquista.
A mi me gusta darle una vuelta más a la tuerca y soy un convencido que en la intimidad con mi pareja, no hay nada más entretenido que buscarle la 5 pata al gato.
Soy amante de buscar la oportunidad de jugar con la sexualidad (en el buen sentido de la palabra). Un ascensor, el baño de un local, las escaleras de emergencias, un estacionamiento (arriba de algún capot de un auto), el baño, la cocina, la ducha, si hasta en el patio el sexo es entretenido. Y si todo eso lo mezclas jugando con algo de comida es lo mejor (recuerden una escena de “Padre de Familia” con Nicolas Cage y Tea Leoni), no hay nada más calentón que una juguetona mermelada, un travieso yogurt o un “resbaladizo” hielo que nunca faltan el refrigerador. La hora da la misma, como dice odontine “de noche y de mañanita....”.
Xuxa, creo que necesito pareja urgente!!!!!!!. (paso el aviso, si por ahí hay alguna fémina que quiera ir al cine, a comer, caminar y ver el atardecer en la playa, por favor deje mensaje)
Hay una frase de txus, baterista de Mago de Oz, que dice “Haz la guerra en la cama y el amor en donde a ti te de la gana”.... estoy absolutamente de acuerdo.
Los tiempos cambian de la mano con las personas. Por mi parte ya no soy el mismo, he cambiado y espero que para mejor, estoy tomando decisiones.
El sexo también cambia, cuando pendejos (y creo que todos pasamos esta etapa) lo único que queríamos era tirar, experimentar con el sexo opuesto, conocer nuestro cuerpo y aprender “trucos nuevos”, quizás conocer a alguien y tener sexo ocasional o sexo sin compromiso (lo cual no es malo y bastante recomendable – si el compañer@ lo amerita).
Ahora veo todo más claro, ya pase por estas etapas y la pase súper bien, aprendí bastante, estoy cerrando estas puertas y empezando abrir otras.
Ya se y estoy seguro de lo que quiero y no cabe duda, que el sexo con amor es mucho mejor.
Pero debo reconocer que las ganas de pecar no me faltan...